08 Abr Gimnasia abdominal hipopresiva y confinamiento
En estos días que estamos viviendo el no poder salir de nuestra casa, siendo un obstáculo para poder realizar ciertas tareas o, simplemente, sobrellevar la situación. Siempre que podamos, tenemos que intentar mantenernos activos, tranquilos y con positividad ante lo incierto de la situación.
Hablando de los abdominales hipopresivos, una persona que nunca ha realizado este tipo de ejercicios es poco probable que pueda aprender esta técnica a través de vídeos por Internet, ya que se hace imprescindible aprender de la mano de un instructor. El profesional es esencial en el inicio de los hipopresivos para poder prescribir, guiar y corregir cada error con el fin de obtener el máximo partido a cada entrenamiento, siendo sumamente positivo que aprendamos a respirar y oxigenar correctamente.
Los músculos respiratorios tienen la función de movilizar el volumen de aire que sirve para hacer un intercambio gaseoso apropiado aportando oxígeno a los diferentes tejidos y eliminar el anhídrido carbónico, os daré unas pautas muy fáciles para que durante este confinamiento podáis utilizarlas con el fin de buscar relajación y mayor paz y oxigenación de nuestras células.
Aprenderemos a respirar expandiendo la caja torácica, es decir, una respiración diafragmática:
1. Tumbados boca arriba con las manos apoyadas sobre nuestras costillas en una postura cómoda y un ambiente relajado, podemos hacerlo tanto en una esterilla como tumbados en la cama o en el sofá y, si te resulta más cómodo, puedes flexionar las piernas para que la zona lumbar quede más aplanada.
2. Inspiramos sin quitar las manos de las costillas y tenemos que notar que las manos acompañan el movimiento de la caja torácica (las costillas se moverán hacia el techo y los laterales) el abdomen tiene que permanecer relajado, no debemos notar que hay ningún movimiento en la zona abdominal. La inhalación debe realizarse por la nariz contando mentalmente 6 segundos, por ejemplo.
3. Al exhalar lo haremos por la boca, como si quisiéramos empañar el cristal de unas gafas y lo haremos en el doble de tiempo que la inhalación (por ejemplo, contando mentalmente 6 segundos). Tenemos que notar que nuestra caja torácica vuelve a la posición inicial y que nuestras manos acompañan el movimiento de nuestras costillas.
Este tipo de respiración diafragmática es muy beneficiosa, relajante y nos ayuda a oxigenar correctamente. Es el primer paso, para más adelante, poder aprender a trabajar las apneas espiratorias y realizar los hipopresivos.
NOTA: es muy importante poner especial atención en nuestro abdomen. En todo momento tiene que estar relajado y no percibir ningún movimiento y los hombros no deben acercarse a las orejas durante la inspiración, es decir, la distancia debe ser la misma durante todo el ejercicio.
Esperemos que pronto podamos volver a nuestra vida normal, mucho ánimo nos vemos pronto. Saludos de Paula Frieiro.
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Paula Frieiro
