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Principios del pilates | Studio24
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Principios del pilates

Principios del pilates

En la disciplina del Pilates se considera a la persona como un ser que está todo conectado (Siler, 2010). Esto significa que, todas las dimensiones de la persona (mente –razón y emoción-, alma y cuerpo) están conectadas entre sí, y que la actividad funcional de una de las partes afecta al resto. No somos un conjunto de partes separadas, somos una totalidad perfecta que converge hacia un mismo camino de armonía y paz.

Es por esto que se da importancia a la calidad del ejercicio, y no a la cantidad de ejercicio que se realiza. La base del entrenamiento son ejercicios funcionales que imitan movimientos naturales de nuestra vida diaria. Con ellos Joseph Pilates demostró que los resultados del entrenamiento Pilates son muy beneficiosos, ya que mejoran la elasticidad y flexibilidad, favorece el equilibrio y aumenta la fuerza principalmente. También su práctica continuada reduce la ansiedad y el estrés, mejorando la calidad del sueño. Para una práctica adecuada de la disciplina hay que seguir con los siguientes principios:

CONCENTRACIÓN; es la habilidad que permite poner la atención en lo que realizamos. Ejercer la concentración en todos los ejercicios es fundamental para la práctica correcta. Ésta se focaliza en tres puntos clave en cualquier ejercicio: la postura correcta, la ejecución controlada del movimiento y en la dinámica de la respiración.

PRECISIÓN; reside en dos aspectos, la postura y el movimiento. La postura ha de ser consciente, respetando las líneas naturales del cuerpo y el movimiento se realiza una vez que la postura es la indicada, ejecutándolo con cálculo y esmero para conseguir los mejores resultados.

CONTROL; es necesario para poder seguir el principio anterior, el control se ejerce en el movimiento y en la precisión de la postura. En los inicios de la disciplina Pilates se le denominaba la contrología, que recalca la relevancia de este principio, que fomenta el equilibrio mente-cuerpo.

RESPIRACIÓN; tiene que ser consciente para acompañar al movimiento. En la mayoría de los ejercicios, cuando se inspira realizamos el movimiento de fuerza, al coger aire hacemos la tensión, y cuando espiramos, expulsamos el aire relajando la musculatura que acaba de trabajar.

CENTRO DEL CUERPO; alberga desde el coxis hasta los hombros, lo que llamamos comúnmente “tronco” o en el mundo del deporte, “core”. En Pilates el centro del cuerpo es el centro de energía, el fundador la llamó “la mansión del poder” de la cual nacen las fuerzas que fluyen hacia las extremidades y permiten todos los movimientos.

FLUIDEZ; los ejercicios se realizan de forma ordenada, bien estructurada, sin pausas bruscas o interrupciones.

INTUICIÓN; tiene que ver con ser conscientes de nuestras capacidades y nuestras limitaciones; también nos permite enlazar y variar ejercicios, visualizando la progresión en los mismos.

IMAGINACIÓN; ligada directamente con la intuición, en la práctica Pilates nos permite proyectar lo que nuestro cuerpo va a realizar.

INTEGRACIÓN; es la capacidad de ver y sentir el cuerpo en su integridad, como una totalidad.

Todos los principios están interrelacionados entre sí y se emplean durante todo el entrenamiento del Pilates. La práctica de estos principios propicia la conexión entre la mente y el cuerpo, y fomenta la salud mental (Boix, 2016) ya que ayuda a reconocer las propias capacidades y limitaciones.

Bibliografía:

– Siler B. (2000), “The Pilates Body”, USA.

– Boix Vilella, S. (2016), Tesis Doctoral “Efectos de la práctica del método Pilates: estudio longitudinal”; Universidad Miguel Hernández. Elche, Alicante.

 

       Delia Canet