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Actividad física, ejercicio y condición física. ¿Conocemos sus relaciones? | Studio24
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Actividad física, ejercicio y condición física. ¿Conocemos sus relaciones?

Actividad física, ejercicio y condición física. ¿Conocemos sus relaciones?

Con este post refrescamos algunos conceptos que desde hace ya unas décadas se vienen consolidando, y en torno a los cuales se van construyendo las ciencias del ejercicio.

El propósito del estudio que hoy recuperamos era definir y distinguir tres conceptos que hasta el momento se habían prestado a confusión, contribuyendo con ello a una estandarización y mejor uso de la nomenclatura científica en nuestro ámbito profesional. Actividad física, ejercicio, y condición física son cosas diferentes, que a veces se utilizan de forma equívoca o intercambiada. El primer concepto engloba al segundo, y ambos inciden en cierta manera sobre el tercero.

Además, el estudio pretende alentar, a partir de su ejemplo de conceptualización y propuesta rigorosa, una mayor consideración (estrategias de intervención y promoción) sobre todas las subcategorías englobadas por la actividad física con el fin de orientarlas hacia la consecución de beneficios sobre la salud física de las personas.

A modo esquemático, exponemos a continuación las ideas principales:

– Actividad física comprende cualquier movimiento corporal producido por el sistema músculoesquelético que conlleva un gasto energético.

– Dicho gasto es medido normalmente en Kcal., y varía mucho en función de cada individuo, aunque sí va directamente relacionado con la cantidad de musculatura implicada en la tarea, la intensidad, duración y frecuencia de contracción.

– La actividad física se desglosa en 3 categorías básicas: durmiendo, trabajando, y en tiempo de ocio (subdividida en deportes, acondicionamiento físico, tareas domésticas, y otras actividades).

– Podrían haber muchas formas válidas de clasificar la actividad física, pero siempre teniendo en cuenta que la suma del gasto diario de todas las categorías (y subcategorías), tendría que dar el gasto energético total de actividad física diaria.

Ejercicio físico es un tipo de actividad física, planificada, estructurada, y repetitiva; con un objetivo de mejora o mantenimiento de la condición física.

– Se observa una aproximación evidente entre la actividad física de tiempo de ocio (subcategorías) y la esencia del concepto de ejercicio.

Condición física es todo un conjunto de cualidades relacionadas con la salud y/o capacidades físicas de las personas.

– Existe un paralelismo entre los conceptos de actividad física y condición física, ya que toda actividad física que se realice, influirá en mayor o menor grado sobre el estado físico de cada quien.

Y así quedaría el esquema de ideas:

 

Una vez leído el artículo de Caspersen, Powell, & Christenson, 1985, la interpretación de los tres conceptos parece bastante clara y sencilla. Aún así, el concepto de actividad física es el más global, en tanto que abarca todo aquel movimiento corporal de la musculatura esquelética que desencadena un gasto energético.

En este punto es donde me ha surgido la curiosidad por comprender mejor la relación entre actividad física y gasto energético. La primera consideración que tenía en mente es que a mayor grado de actividad mayor gasto de energía en un individuo, pero no me había parado a reflexionar a fondo.

Un artículo relacionado con ello (Westerterp, 2008) me ha resultado útil ya que genera ideas interesantes con las que completar la información al respecto. En sintonía con lo que aportan (Caspersen et al., 1985), parte de que las variaciones entre unos sujetos y otros en cuanto al gasto energético se deben principalmente a las diferencias en el tamaño corporal y a la actividad física.

Además, añade que el gasto energético asociado a la actividad física (AEE), es decir, las contracciones musculares para llevar a cabo movimientos o cambios de postura, supone el componente más variable del gasto energético total. Y la mayoría de variaciones entre sujetos en gasto energético durante la actividad física se deben a factores genéticos. Ejemplo de ello sería el caso del experimento que se realizó donde dos sujetos fueron introducidos en el ambiente cerrado de una cámara de respiración, obteniendo valores reducidos en un mismo porcentaje respecto a sus valores promedios durante la vida normal.

Por otro lado, se afirma que el gasto energético se ve reducido en situaciones puntuales: cuando existe un déficit energético (relación entre lo que se consume y lo que el cuerpo necesita); cuando existe una enfermedad crónica en el organismo; o con el aumento de la edad. Así pues, se puede decir que resulta muy difícil lograr reducir el AEE en las personas a partir del entrenamiento o la práctica de ejercicio. Ser más o menos propenso a la realización de actividad física y gastar una cantidad de energía u otra vendrá determinado por los genes de cada quién.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Caspersen, C., Powell, K., & Christenson, G. (1985). Physical-Activity, Exercise, and Physical-Fitness – Definitions and Distinctions for Health-Related Research. Public Health Reports, 100(2), 126-131.

Westerterp, K. R. (2008). Physical activity as determinant of daily energy expenditure. Physiology & behavior, 93(4-5). doi:10.1016/j.physbeh.2008.01.021

 

           Toni Valls